Homenaje a Bartolomé Esteban Murillo y la música de su época
Capilla Renacentista Michael Navarrus
Órgano: Daniel Oyarzabal
Director: David Guindano Igarreta
(Durante el concierto se proyectarán obras del pintor)
La vida de Bartolomé Esteban Murillo (Sevilla 1617-1682) nos dejó una gran cantidad de imágenes y tuvo, sin duda, una banda sonora. Hemos pensado que, siguiendo el programa que ya planteamos con El Greco, sería una buena idea relacionar algunos de sus cuadros con obras musicales de varios de los más ilustres creadores musicales contemporáneos españoles; obras musicales cuyo texto puede tener cierta relación con el tema de la pintura proyectada. Hemos intentado, humildemente, crear una banda sonora de la vida y la obra de este importantísimo pintor sevillano.
Como se puede constatar en su obra, también en la música que Murillo pudo escuchar a lo largo de su vida, podemos distinguir varios estilos. En la pintura desde la influencia del claroscuro “caravaggiano” y el naturalismo a obras que anticipan el rococó avant la lettre, y en algunos casos nos recuerdan incluso al estilo académico que cultivaron algunos impresionistas antes de poder ser clasificados como tales. En la música desde la compleja configuración rítmica típicamente española del tardorrenacimiento y primer barroco de autores como Mateo Romero o incluso Patiño, hasta la presencia de ciertos elementos italianos, por ejemplo en la obra de Durón, pasando por un estilo más afectuoso que sentimental en autores como Carrión o Cererols, que por medio de tópicos contrapuntísticos y expresivos, muchas veces creados por ellos, lograron trascender lo puramente litúrgico para, por medio del afecto, calar en el público a través de su catequesis musical más humana que divina, si es que es posible separar ambos conceptos. A este respecto es interesante destacar el parecido con el comienzo de la Pasión según San Mateo del inmortal Bach, cuyo nacimiento festeja el mundo esta semana, de la obra de Cererols ¡Ay, qué dolor!, compuesta mucho antes que la inmortal creación bachiana (como ocurre igualmente, por cierto, con el villancico de Cabanilles Mortales que amáis, que hoy no escucharemos), que quizás fuese un tópico contrapuntístico muy difundido en Europa o incluso de origen español...
La creación de Murillo, sin duda, se adaptó a los requerimientos de su época. La producción de tipo religioso, que luego ha encontrado tanta difusión, a veces en detrimento de la valoración del genio del autor, en “estampitas” decimonónicas y posteriores, es desde luego una parte importante de su obra. No hemos querido, sin embargo, obviar algunas de sus obras de género profano. Esto nos ha facilitado la inclusión de varias obras musicales también profanas (tonos humanos), e incluso vinculadas al mundo teatral de la época, aportando así variedad también al programa musical.
Hemos querido incidir en la música de algunos autores navarros destacados del periodo. Esto no ha sido nada complejo. Ahí tenemos a Vargas, Durango, Navarrus (autor que da nombre a la formación de Coral de Cámara de Navarra / Nafarroako Ganbera Abesbatza, interesada en el estudio y difusión de la llamada “música antigua”), Vaquedano o Irizar. De hecho la presencia de creadores musicales navarros en el panorama español de los tres primeros cuartos del XVII hispánico es, cuando menos, sorprendente. Algo que, a pesar de la heterogeneidad de su procedencia, formación y carreras, quizás podría constituir un tema digno de futuro estudio.
DAVID GUINDANO IGARRETA, músico y musicólogo