La compañía más irreverente de la escena teatral española se ha sumado a la Celebración del IV Centenario del Quijote del año pasado. La razón que ha impulsado a Albert Boadella a abordar la obra magna de nuestras letras ha sido su asombro ante la fatal ausencia en nuestra sociedad contemporánea de los valores que encarnaba el carácter quijotesco: la dignidad, el honor, el amor platónico, la caballerosidad hacia las mujeres, o el sentido del bien y del mal. Y también, su rechazo a que la figura del personaje de Cervantes haya sido, en su opinión, desnaturalizada por versiones de escasa lucidez. La acción de la obra transcurre durante un ensayo teatral en el que una modernísima directora de escena trata de montar un Quijote titulado igual que la función. Todo parece ir bien hasta que aparecen dos operarios que encarnan las personalidades de Quijote y Sancho. La versión más inteligente de nuestro clásico podrá verse en dos funciones, los días 17 y 18 de noviembre.