La cantante y actriz que tiene veinte años, se crió inmersa en la música que escuchaban sus padres –Peter Emery y Gil Lesage– y así descubrió la Santísima Trinidad (The Rolling Stones, The Velvet Underground, The Stooges), escuchó los álbumes de su padre (Cherokees, Suspense, Rubberband...) o Ultra Orange, el último grupo de sus padres a quienes acompañó como primera voz en 2007 la actriz Emmanuelle Seigner. Con el tiempo, Emery escribe y compone para su hija a través de los ojos de un padre enamorado de la cultura musical americana de los 60´s.
Después de la grabación en París de Ultra Orange, Lou viaja a Nashville, y en el estudio conoce a Jack White, quien le hace las voces y la mezcla de su próximo álbum, diseñado en color amarillo y negro, el color del plátano warholiano.
Cuando Lou Lesage canta, recuerda una mezcla entre Cat Power por sus inflexiones vocales y Kills por su potente rock. Si Forgotten Child, la canción que abrae su álbum, coquetea con un clima de evenescencia, una magia oscura digna de Mazzi Star, los otros temas son más eléctricos. Evoca a una morena Blondie (acertadamente llamados Dirty Looks), rememora los buenos recuerdos de Pj Harvey (Private Life) y el descuido y dejarse llevar de Shangri-Las (Never Can Wait).
Rostro de la escena de rock parisino, ha cantado como telonera de Lilu Wood & The Prick, BB Brunes and The Dø. Además, interpretó el papel de una adolescente rebelde en la película LOL y desde entonces se le ve como la futura PJ Harvey.