El más bello y profundo Clasicismo en sus versiones vocal e instrumental inunda de luminosidad el primero de nuestros conciertos. La Misa en Do menor, magistral ejemplo de delicadeza y profundidad de un operístico Mozart escribiendo para el exigente y grave mundo religioso. Y la Primera del catálogo sinfónico de Beethoven en la que se encuentran presentes algunos elementos propios, que se repetirán en sus ocho sinfonías restantes, el enunciado y la transformación hasta el infinito de un tema musical, la poderosa presencia de los timbales y un personal uso de la disonancia.