Rafael Alvarez El Brujo pertenece a esa rara saga de grandes actores que han hecho del trabajo en solitario su elemento natural de creación. Si el teatro es un arte colectivo por excelencia, ellos son la excepción que confirma la regla. Porque ellos solos son multitud y se bastan y se sobran para llenar de carcajadas, de emociones, de verdad y de fantasÃa el escenario: todo lo ocupan. Sin dejar sitio ni siquiera para su sombra. En este año quijotesco se enfrenta El Brujo al texto de Cervantes a partir del trabajo de un gran especialista en la obra de Cervantes, el escritor y editor Emilio Pascual. El bagaje que trae El Brujo para salir airoso del envite es garantÃa más que suficiente. Recordemos sus espectáculos sobre El Lazarillo de Tormes y sobre San Francisco de AsÃs para comprender que muy bien puede ser ahora Cervantes, Quijote, Sancho y lo que se le ponga por delante. A fin de cuentas, un actor singular y un texto universal, una nueva vuelta de tuerca que deja paso a la sorpresa y a la ilusión.