En un país que se ha distinguido siempre por sus excelentes escuelas de música y sus grandes formaciones musicales, la Filarmónica Nacional es su institución más sobresaliente, con sede en el palacio de las Artes de Budapest. Fundada en 1923, la han dirigido entre otros muchos Zubin Metha, Lorin Maazel, Claudio Abbado, Yehudi Menuhin y un largo etcétera de destacadas batutas. Desde 1997 ocupa el puesto de director titular el pianista y compositor Zoltan Kocsis, un hombre que ha desarrollado además una carrera notable como director musical. Con Kocsis, la Orquesta ha recibido un fuerte impulso internacional y un trabajo de grabaciones discográficas muy destacado. La presencia en el concierto del joven pianista ruso Arcadi Volodos configura un cartel con tres estrellas de primer orden: orquesta, director y solista. Volodos, que deslumbró en su anterior actuación en Baluarte en abril de 2004, está reconocido como uno de los mejores pianistas del mundo en la actualidad. El programa recoge también tres grandes obras. Una sinfonía de Haydn, cuya residencia en el Palacio de Esterhazy, en Hungría, durante buena parte de su vida explica su presencia en el repertorio de esta orquesta, un concierto del compositor húngaro del siglo XX con mayor proyección, Bela Bartok y finalmente un concierto para piano de un compositor predilecto de Volodos, Prokofiev, nacido en Kiev y muerto en Moscú, un concierto en el que el solista pone a prueba su maestría técnica y su hondura interpretativa.